El insólito problema que atraviesan las nuevas monedas de Argentina

Las monedas suelen ser el elemento de cambio natural que se utilizan en los países para denominaciones de bajo valor.

En Argentina, por ejemplo, existen monedas circulantes de $1 a $10, las cuales fueron emitidas hace poco más de 2 años con imágenes de árboles autóctonos de diferentes zonas de la República.



La moneda de $1 posee la imagen de un jacarandá, la de $2 ilustra al árbol llamado palo borracho, la de $5 al arrayán y la de $10 al caldén.

Allá por el año 2007 se dejó de emitir la moneda de $1, la cual se fabricaba con dos metales, es decir era una moneda bimetalica.



El alto costo de emisión hizo que esta moneda Argentina viera su fin en el año 2017 y viera pasó a la moneda de $1 con la imagen del jacarandá.

Sin embargo, a poco más de 2 años de su lanzamiento, la moneda actual circulante de un piso se ha dejado de emitir.

A pesar de su mínimo poder adquisitivo (la misma equivale a 0,014 dolar (según la cotización del cambio oficial). Este no es el motivo por el cual dejó de acuñarse la misma.


El motivo principal es su elevado costo de fabricación.

A pesar de ser una moneda con un costo mucho menor al su anterior versión,  solamente el cospel con que se realiza esta moneda tiene un costo de 2,5 centavos de dólar; es decir que para emitir una moneda con un valor nominal de $1, se debe invertir aproximadamente $1.75 solamente en el cospel para su realización.

A este costo debe sumarse la impresión de la misma, su embalaje, atesoramiento y distribución. 

Los mismos costos de emisión tienen las monedas de $2 y $5, es decir que corren con la misma suerte de la moneda de $1.

Sumado a esto se debe tener en cuenta la relativamente escasa circulación de las mismas. 

Los bancos, encargados oficialmente de hacer llegar las monedas público, se quejan ya que el costo económico de utilizar camiones de caudales para el transporte de monedas, es bastante elevado teniendo en cuenta que el monto final transportado es mínimo.

Toda esta situación, lleva a la falta de monedas, debido a la escasa logística y distribución de las mismas como así también a su mínimo poder adquisitivo.

Resultado de esta situación es que prácticamente en todo el país no haya cambio para dar vueltos con compras cuya diferencia sea menor a $10.

Ciertamente los comerciantes lo entienden, por lo que redondean los precios de sus productos de $10 en $10.

Las monedas emitidas hace poco más de 2 años tristemente serán sólo un recuerdo coleccionable para los nostálgicos del metal.
Con la tecnología de Blogger.