Moneda Española muy Antigua

El maravedí fue una antigua moneda española utilizada entre los siglos xii d. C. y xix d. C., que también fue empleada como unidad de cuenta.1​

Narciso Sentenach escribiría en 1905 en relación a la época de los almoradies maravedís y al vocablo:
Esta es la época áurea y la que acreditó el maravedí a un extremo tal, que no fue después excluido de nuestro vocabulario.



Anverso de moneda de 4 maravedís (cobre), acuñada a nombre
de los Reyes Católicos con "ceca" de Cuenca.




Etimología

Si atendemos a la etimología más admitida de la palabra maravedí (correspondiente a los almorávides) tendremos que aceptar la suposición de que antes de estos (1086 a 1146) no corrió en España moneda de ninguna clase con este nombre, pero como quiera en el Fuero de Melgar de Suso, de 950, se habla de maravedises, y en el de Fernando I a los lugares dependientes del monasterio de Cardeña también se leen en algunas cláusulas como expresión de valor, y en otros documentos que se podrían aducir, como el Fuero de Sepúlveda, sin citar más, pudiera por ello acaecer una antinomia que hizo suponer a especialistas, que tal etimología almorávide no es taxativa o que esta palabra tenía una significación más amplia entre los cristianos de aquel tiempo.

Anverso de moneda de 16 maravedís (cobre) de Felipe IV
con "ceca" de Sevilla del año 1662.


Se ha pretendido resolver esta laguna histórica, en aparente disyuntiva, suponiendo que los textos primitivos de tales documentos están alterados, pues los que han llegado a nosotros son copias posteriores, y que los precios o multas se consignaron transliterados a las monedas corrientes de cuando se hicieron estas copias, pero sea como fuere, lo cierto es:

El maravedí, ya fuera originalmente árabe o cristiano, corrió indistintamente entre ambos habitantes poseedores de reinos en la Península, vulgo denominado también, en las diversas lenguas de los reinos peninsulares, como mitcales de oro, moravitines o alfonsíes.

Los judíos, contadores ergo expertos en el valor de las monedas, tomaban, por aquel tiempo, indistintamente los unos o los otros, fueran maravedís musulmanes o cristianos.

Los documentos son tan abundantes que apenas hay fuero o escritura de los tiempos de Alfonso VIII hasta Fernando III el Santo, que no hablen de maravedises, como superior moneda corriente:
El fuero de Córdoba, dado a esta ciudad por el rey santo, redimía la pena del homicidio, en ciertos casos, por 270 maravedís.



Anverso de moneda de 1 maravedí (cobre) de
Fernando VI con "ceca" de Segovia del año 1747.


Acuñaciones

Los reyes intermedios, Fernando II y el inmediato Alfonso IX los acuñaron igualmente, pero con tipo distinto, pues imprimieron en ellos sus bustos, y las leyendas con caracteres cristianos. Fernando III no los acuñó, valiéndose de los de reinados anteriores, hasta que llegaron los días de su hijo Alfonso X, en los que sufrió esta moneda una crisis, que constituye una página singular de su historia.

Su padre, el rey santo, acuñó tan sólo una moneda divisionaria de vellón, que probablemente se venía usando desde antes en Castilla, llamada dinero de pepiones, de los que 180 hacían un maravedí.
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