Billetes de dolar con dibujos
¿Quién se atreve a reirse del dinero? Las monedas son trozos de metal y los billetes, papeles. Nada de oro ni diamantes para condicionar nuestra existencia. Ni siquiera nos merecemos eso.
Provocan miedos e ilusiones. Representan el valor de las cosas. Pensándolo mejor, representar es un verbo que se queda pequeño: son lo que vale todo.
Desde hace un año James Charles (EE.UU, 1963) ha estado metido en un proyecto artístico tan minucioso como simbólico. Empezó a dibujar sobre billetes de 5, 10 y 20 dólares para divertirse, alterando la cara de los presidentes y personajes históricos que ilustran el papel moneda de Estados Unidos. Los convertía en personajes famosos reales y de ficción.
Tras gastar accidentalmente algunos de ellos, decidió sacar de su cartera los que iba modificando y guardarlos.
Así empezó su serie de billetes modificados. Una colección en la que ha incluido ya a Sid Vicious, Jesucristo, Justin Bieber, el maestro Yoda, el espantapájaros del Mago de Oz, el Hombre Lobo, Charles Manson, Iggy Pop, Sarah Palin, Dalí…
Entusiasmado con sus avances técnicos, se hizo con tinta y materiales para dar un mejor acabado a sus creaciones y empezó también a manipular las letras de los billetes añadiendo mensajes.
En uno de cinco dólares, Charles convierte a Abraham Lincoln en Samuel L. Jackson caracterizado como Jules, el matón de la película de Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994). Bajo su retrato, una frase tan bien hecha que parece impresa así en origen: Bad Motherfucker.
El artista desea que quien vea estas manipulaciones inicie una reflexión sobre el valor verdadero del papel moneda: algo hecho de materiales insignificantes que condiciona el modo en que vive la gente en el mundo.
Dice que los billetes que transforma ya no son dinero, sino objetos de arte, por eso los saca de circulación. Ciertamente se convierten en otra cosa. La singularidad de la materia prima y el resultado aparatoso de estos experimentos me decidieron a traerlos a la sección de Artefactos.
La puntilla de esta historia es que James Charles ha expuesto el mes pasado la colección completa en la Shooting Gallery de San Francisco. Allí había una buena suma de dinero: billetes de cinco, 10, 20, 50 e incluso 100 dólares, todos ellos a la venta.
¿El precio? Por poner un ejemplo, el billete de 10 que convierte al economista y padre fundador Alexander Hamilton en la princesa Leia vale 600 dólares (unos 418 euros).
No cabe duda de que el chico tiene talento.
Provocan miedos e ilusiones. Representan el valor de las cosas. Pensándolo mejor, representar es un verbo que se queda pequeño: son lo que vale todo.
Desde hace un año James Charles (EE.UU, 1963) ha estado metido en un proyecto artístico tan minucioso como simbólico. Empezó a dibujar sobre billetes de 5, 10 y 20 dólares para divertirse, alterando la cara de los presidentes y personajes históricos que ilustran el papel moneda de Estados Unidos. Los convertía en personajes famosos reales y de ficción.
Tras gastar accidentalmente algunos de ellos, decidió sacar de su cartera los que iba modificando y guardarlos.
Así empezó su serie de billetes modificados. Una colección en la que ha incluido ya a Sid Vicious, Jesucristo, Justin Bieber, el maestro Yoda, el espantapájaros del Mago de Oz, el Hombre Lobo, Charles Manson, Iggy Pop, Sarah Palin, Dalí…
Entusiasmado con sus avances técnicos, se hizo con tinta y materiales para dar un mejor acabado a sus creaciones y empezó también a manipular las letras de los billetes añadiendo mensajes.
En uno de cinco dólares, Charles convierte a Abraham Lincoln en Samuel L. Jackson caracterizado como Jules, el matón de la película de Pulp Fiction (Quentin Tarantino, 1994). Bajo su retrato, una frase tan bien hecha que parece impresa así en origen: Bad Motherfucker.
El artista desea que quien vea estas manipulaciones inicie una reflexión sobre el valor verdadero del papel moneda: algo hecho de materiales insignificantes que condiciona el modo en que vive la gente en el mundo.
Dice que los billetes que transforma ya no son dinero, sino objetos de arte, por eso los saca de circulación. Ciertamente se convierten en otra cosa. La singularidad de la materia prima y el resultado aparatoso de estos experimentos me decidieron a traerlos a la sección de Artefactos.
La puntilla de esta historia es que James Charles ha expuesto el mes pasado la colección completa en la Shooting Gallery de San Francisco. Allí había una buena suma de dinero: billetes de cinco, 10, 20, 50 e incluso 100 dólares, todos ellos a la venta.
¿El precio? Por poner un ejemplo, el billete de 10 que convierte al economista y padre fundador Alexander Hamilton en la princesa Leia vale 600 dólares (unos 418 euros).
No cabe duda de que el chico tiene talento.
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