Siguen escasas las nuevas monedas
El Banco Central de Venezuela anunció, durante las últimas semanas del año 2007, que el 1 de enero entrarían el torrente financiero del país, sin mayores dificultades, las nuevas familias de billetes y monedas.
Esta promesa se cumplió a medias porque, si bien es cierto que algunos bancos comenzaron a dispensar los billetes fuertes desde esta fecha, también es verdad que muchos otros no lo pudieron hacer sino hasta cinco días después.
Pero, durante el tiempo a lo largo del cual las entidades financieras se adaptaron a la reconversión monetaria y al uso del novedoso papel moneda, nada se mencionó sobre las monedas.
Transcurridas casi tres semanas de enero, las piezas metálicas no aparecieron, sin que alguna fuente oficial explicara las razones.
Entre el 20 y el 25 del mes pasado, comenzaron a llegar a los bancos las primeras.
Varias remesas de monedas fueron distribuidas a gran parte de las instituciones financieras operativas en el país. Fueron trasladadas desde Caracas hasta el centro de acopio monetario, ubicado en la Zona Industrial I.
Las bóvedas de las instituciones bancarias no fueron surtidas con monedas de todo tipo.
Se depositaron en ellas módicas cantidades de las siguientes denominaciones:
-Bs. F. 0,05 (5 céntimos ó 50 bolívares anteriores).
-Bs. F. 0,125 (12 1/5 céntimos ó 125 bolívares anteriores, también llamada locha).
-Bs. F. 0,25 (25 céntimos ó 250 bolívares antiguos, también asociada con el conocido medio).
-Bs. F. 0,50 (50 céntimos ó 500 bolívares actuales, anteriormente llamada real).
No llegaron las monedas de 1 bolívar fuerte, equivalente a 1.000 bolívares antiguos; las de Bs. F. 0,10 (10 céntimos ó 100 bolívares actuales) ni tampoco las de Bs. F. 0,01 (un céntimo ó 100 bolívares anteriores).
Pero, entre incógnitas, se estimaba que un número considerable de piezas metálicas saliera en pocos días a las calles, llegara a los establecimientos comerciales y comenzara a formar parte de un agitado movimiento de intercambio.
Los pronósticos no se cumplieron.
A 38 días de la entrada en vigencia de la reconversión monetaria, el movimiento de las esperadas monedas en el comercio es tímido.
Vuelto en billetes y metálicos viejos
Comerciantes formales y trabajadores de la economía popular enfrentan dificultades para dar el cambio, pero están sopesando la situación cruzando billetes viejos con nuevos, a pesar de las miradas de desaprobación de muchos clientes.
Los precios de los productos que expenden se expresan en números más que redondos y no hay forma de controlar la especulación.
En cualquiera de los casos, no hay céntimos para pagar justo o entregar el cambio como es debido.
Sólo las de 1 y de 0,50 parecieran estar en circulación y pese a ello se ven muy pocas, según notifica El Impulso.
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