Documento fotográfico: Fabricación de monedas en la antigüedad
Herramientas utilizadas en la producción de monedas en época romana, de una tumba en Alejandría
La moneda es prácticamente el
único artefacto que en el mundo antiguo se produjo en una escala que puede
llamarse “industrial”, es decir, decenas y hasta cientos de millones de ejemplares.
A pesar de ello, las técnicas de producción fueron marcadamente artesanales y
rudimentarias, con un recurso mínimo a la tecnología.
Si bien las monedas también se
fabricaron en ocasiones por fundición en moldes, lo más común era la acuñación
por golpe. El proceso era, por supuesto, completamente manual. Sobre la
producción de los flanes ya he tratado en otra entrada. Cuando éste ya estaba
listo, todavía caliente o recalentado para que fuera más maleable, se lo tomaba
con una pinza y se lo colocaba sobre el cuño de reverso que, normalmente, se
encontraba fijado en un yunque. A continuación, otra persona (podían ser dos)
colocaba y sostenía encima el cuño de reverso con la mano o con unas tenazas,
mientras un tercero golpeaba encima de éste con un martillo y un cuarto
retiraba, finalmente, la moneda terminada para que el proceso comenzara a
repetirse desde el comienzo. Lo normal era utilizar dos cuños, sólo algunas
monedas etruscas fueron golpeadas de un único lado dejando el otro plano (como
las de Populonia sobre las que traté en otra entrada).
Como resultado de este proceso,
las monedas antiguas tienden a presentar una superficie convexa en el anverso y
cóncava en el reverso, aunque en las monedas del período helenístico y romano
ello sea prácticamente imperceptible. También era frecuente que el cospel o el
cuño de reverso no se colocaran correctamente, resultando en ejemplares
descentrados. Cuando era necesario dar más de un golpe para que se grabaran
bien los tipos, las diferentes impresiones generalmente no coincidían,
originando una imagen con doble contorno.
Cuños de la época de Augusto, hallados en Calahorra, España
La frecuencia de este tipo de
errores demuestra que se colocaba el énfasis en la velocidad de la producción
antes que en la calidad. Se calcula que un equipo de este tipo podría producir
una moneda en unos tres segundos. Parece obvio que para mantener ese ritmo a lo
largo del tiempo era necesario recambiar permanentemente a quienes operaban el
martillo, que era la tarea físicamente más demandante, por lo que el equipo
sería más numeroso.
Por supuesto, todo el proceso podía
ser realizado por una sola persona pero ello lo hacía muy lento. Lo habitual,
por lo menos en las cecas del Imperio Romano, era que un grupo de personas actuaran
en conjunto formando un pequeño equipo y aplicando una rudimentaria división
del trabajo entre ellos que incrementaba la productividad. La evidencia de esto
proviene tanto de las monedas mismas como de algunas inscripciones latinas que
mencionan los diferentes tipos de obreros especializados que trabajaban en las
cecas del imperio.
Cuños montados en tenaza
Con la producción estaban
involucrados directamente los suppostores:
que colocaban la moneda para que fuese acuñada y los malleatores, que eran quienes golpeaban los cuños con el martillo. Para
aumentar el volumen de producción, una ceca podía contar con varios de estos
equipos operando paralelamente. Una innovación del Bajo Imperio fue la unión de
los cuños en una tenaza articulada, lo que simplificaba y aceleraba el proceso
y permitía, por supuesto, una mayor velocidad de producción. / Via http://www.monedas-antiguas.com.ar/2014/02/como-se-producian-las-monedas-en-la.html?utm_source=twitterfeed&utm_medium=facebook
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