Monedas Trimetalicas: Proceso de acuñación

Las monedas trimetálicas son aquellas que están compuestas por tres metales diferentes, generalmente dispuestos en anillos concéntricos.

Estas monedas suelen tener un valor nominal alto y se emiten con fines conmemorativos o coleccionables. Algunos ejemplos de monedas trimetálicas son:

La moneda de 20 euros de España, acuñada en 2002 para celebrar el cambio al euro. Está formada por un anillo exterior de plata, un anillo intermedio de oro y un núcleo de plata.

La moneda de 5 pesos de México, acuñada en 2008 para conmemorar el bicentenario de la independencia. Está formada por un anillo exterior de bronce-aluminio, un anillo intermedio de cuproníquel y un núcleo de acero inoxidable.

La moneda de 10 francos de Suiza, acuñada en 1998 para celebrar el 150 aniversario de la Constitución Federal.

Está formada por un anillo exterior de aluminio-bronce, un anillo intermedio de níquel y un núcleo de cobre-aluminio-níquel.
Las monedas trimetálicas son una forma de expresar la diversidad y la unidad de una nación o una región, así como de mostrar la innovación y la calidad de su ceca.

Las monedas trimetálicas se fabrican mediante un proceso similar al de las monedas de un solo metal, pero con la diferencia de que se utilizan tres metales diferentes para formar los anillos concéntricos. Según el sitio web CurioSfera-Ciencia, el proceso de fabricación de las monedas es el siguiente:

El metal entra en un horno de fundición que está a una temperatura muy alta (por ejemplo, 1.150 grados centígrados para la plata).
El metal fundido se moldea en una barra continua de cierto grosor y ancho.

Una máquina corta la barra continua en lingotes individuales de cierta longitud.

Las barras pasan a un molino desbastador que mediante dos rodillos aplanan progresivamente el lingote aplicando mucha fuerza (por ejemplo, 8 toneladas métricas).

El lingote pasa por un laminador de acabado que lo aplana todavía más para dejarlo del grosor de la moneda.
Una troqueladora crea los cospeles, que son discos metálicos aún sin trabajar destinados a acuñar una moneda.

Una rueda giratoria crea un borde elevado o canto de la moneda por medio de presión.

Los cospeles pasan a una bañera llena de agua, soluciones de limpieza y bolas de acero que actúan como agente abrasivo alisando y puliendo los cospeles.

Los operarios secan los cospeles a mano para evitar manchas de agua en la superficie.

Los cospeles pasan por un horno de recocido para reestructurarlos molecularmente y hacerlos más resistentes.

Para las monedas trimetálicas, este proceso se repite para cada uno de los tres metales que forman los anillos concéntricos. 
Luego, se ensamblan los anillos mediante un proceso de soldadura por difusión o por presión. 

Finalmente, se graba el diseño de la moneda en los cospeles mediante una prensa que aplica una gran fuerza (por ejemplo, 50 toneladas métricas) sobre un cuño o matriz que tiene el relieve del diseño. Así se obtienen las monedas trimetálicas listas para circular o coleccionar.
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