Billetes: medidas de seguridad para evitar falsificaciones

Si bien la falsificación de monedas de oro y plata era menos rentable porque el valor del metal constituía la parte esencial de su valor, los billetes no dejan de ser simplemente papel y, por lo tanto, resultan piezas atractivas para el fraude, por lo que los bancos los dotan de una serie de medidas de seguridad. 


Los billetes actuales se elaboran con papel especial hecho de fibras alargadas de algodón y con técnicas de impresión complejas, como la marca al agua, los hologramas y la tinta invisible, para evitar la falsificación.


A menudo, la composición del papel incluye lino, algodón u otras fibras textiles. 

Algunos países, como Australia, México, Brasil, Paraguay, Chile, Guatemala, Nueva Zelanda y Hong Kong, producen billetes de polímero para aumentar su resistencia a lo largo de su uso y para permitir la inclusión de una ventanilla transparente de unos pocos milímetros. 


Incluso se han insertado diferentes clases de hologramas, medidas de seguridad muy difíciles de reproducir con técnicas normales de impresión.

Generalmente, además de la falsificación, también se pena la alteración o el marcado de los billetes.

Medidas de seguridad

Para evitar falsificaciones, se emplean distintas medidas de seguridad:

Marca de agua o filigrana: el papel tiene una o más imágenes formadas por diferencias de espesores que se ven al trasluz.

Blanqueador: se usa papel sin blanqueadores ópticos —de esta forma no puede falsificarse usando papel común— o se emplea solo en una región. Esto puede detectarse con una fuente de luz ultravioleta.

Relieves: el papel tiene relieve en distintas partes.


Tinta ópticamente variable (OVI): es una tinta que cambia de color según el ángulo del observador y la incidencia de la luz.
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