Las monedas históricas robadas serían vendidas en EE.UU. y España

El robo se produjo el segundo fin de semana de febrero, días antes de que instalara un sistema de alarmas. Investigadores y coleccionistas coinciden en que la mayoría de las piezas serán ofrecidas en remates privados.
La banda de ladrones que la semana pasada se llevó la mayor colección de monedas antiguas argentinas del Museo del Banco Nación, en Plaza de Mayo, contaba con información interna del edificio y los investigadores creen que robaron las piezas para venderlas en Estados Unidos y España. El golpe fue dado un par de semanas antes de que en el lugar se instale un sistema de alarmas.

"Este grupo no tiene relación con los que robaron otros museos en los últimos tiempos. Acá hubo un trabajo planificado. Los ladrones conocían el lugar, usaron herramientas para romper el techo y se fueron sin dejar rastros con los que se los pueda vincular fácilmente", le explicó a Clarín el juez federal a cargo de la causa, Daniel Rafecas.

El viernes 15 por la noche, entre tres y cinco personas entraron en horario de atención al público y luego se escondieron en uno de los baños que está del lado de Bartolomé Mitre al 300. Desde ese lugar se metieron por el sistema de ventilación hasta el cielorraso del Museo Numismático. Una vez allí hicieron un boquete y se descolgaron adentro de la sala donde estaban las monedas. Los ladrones desarmaron las vitrinas y metieron en sus bolsos 530 monedas antiguas. Luego abrieron una puerta-ventana y con otra soga bajaron casi cinco metros hasta la calle. Según los especialistas, el botín está valuado entre 500.000 y 700.000 dólares.

Por lo que se pudo determinar en las inspecciones hechas durante la semana, los ladrones se cuidaron de hacer algún ruido que se escuchara desde desde afuera. Los pedazos de cielorraso cayeron sobre la alfombra de la sala; no rompieron las vitrinas, sino que fueron desmontadas a presión. En el lugar dejaron las amoladoras, las pinzas y los destornilladores que usaron.

Por otro lado, una fuente del banco le confirmó a Clarín, que ya se había autorizado la colocación de sensores y alarmas en el sector que fue asaltado y que se iba a colocar en unas semanas. Suponen que los ladrones también tenían esa información.

"En la Argentina no hay compradores del material robado. Quizás algunas de las monedas de plata las podrían ubicar, pero no les conviene desarmar la colección. En cambio en Estados Unidos y España, donde están los mayores coleccionistas, se compran monedas en negro y se pagan a precio internacional. Allá las grandes casas organizan rondas privadas con menos de 20 compradores. Si está la documentación que certifique su origen, nadie pregunta cómo se consiguieron las piezas", destacó uno de los investigadores, y señaló que esa es una de las pistas más firmes que ahora siguen.

Un especialista en numismática que prefirió no ser identificado agregó un dato preocupante. "A menos que la colección la encuentren completa es muy difícil que se pueda recuperar. Las monedas están registradas en catálogos con imágenes malas. No sirven como prueba para hacer un reconocimiento válido ante la Justicia. Hace poco se iban a inventariar de nuevo, con más detalle, pero el trabajo nunca se llegó a hacer", señaló.

Otro coleccionista explicó: "Unas 500 de esas monedas se pueden vender sin grandes problemas. Son similares a otras tantas que hay. Las más difíciles son las 30 más caras. Esas tendrán que colocarlas a compradores extranjeros muy precisos". Para tratar de evitar que eso suceda resulta decisiva la participación de Interpol en Argentina y en los posibles destinos.

Además de la investigación interna del propio banco, en los próximos días declararán los agentes de seguridad que estaban en el momento del robo. Las cámaras del circuito cerrado que están en la puerta tomaron una imagen de la 1.30 del sábado en la que se ve bajar a un hombre por una cuerda, pero nadie salió a la calle a ver qué pasaba.

Clarín se comunicó con fuentes del Banco Nación para que dieran su versión sobre lo sucedido, pero decidieron no hacerlo porque, según explicaron, podría perjudicar la causa judicial.

La colección robada tenía entre sus monedas más destacadas una de 1836, con la imagen de Juan Manuel de Rosas, tasada en 140.000 dólares. Una acuñada en 1881, que perteneció a Carlos Pellegrini, que vale 50.000 dólares, y la primera moneda argentina acuñada en oro, de 1813, también de 50.000 dólares. Los ladrones, además, se llevaron la colección completa de monedas de La Rioja (1821-1860) y toda la colección argentina del siglo XIX. Y faltan monedas de Tucumán, Salta y Córdoba de 1817 a 1854.

"Esta colección la venimos armando desde 1970, moneda a moneda. Fue una búsqueda por todo el país para encontrar las piezas que faltaban. Desgraciadamente es una pérdida no se puede reparar. En esas vitrinas estaban varias de las monedas más importantes de la historia de nuestro país", explicó el creador del Museo, el licenciado Arnaldo Cunietti-Ferrando.
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