Circulación de billetes falsos va en ascenso
La falsificación de billetes en México continúa en ascenso. Al cierre de 2007 las denominaciones de mil pesos reportaron un crecimiento de 177% respecto a 2006.
De acuerdo con información del Banco de México, por cada millón de piezas en circulación se detectaron 364 billetes apócrifos de mil pesos.
En el caso de los de 500, éstos también mostraron un alza de 28% al contabilizarse 90 piezas pirata por cada millón. En 2006, la cifra llegó a 70, y en 2005 se retiraron 43.
Sin embargo, en las bajas denominaciones se observó una reducción. En los billetes de 50 pesos la caída fue superior a 50%, con 122 unidades frente a 215 que se detectaron en 2006. Y los que reportaron el menor índice fueron los de 20 pesos, al sumar sólo 0.6 por cada millón.
Banxico puntualizó que los de 100 y 200 pesos también dejaron de ser atractivos para el hampa y observaron una caída respecto a 2006. En estas denominaciones se contabilizaron 77 y 78 piezas por millón, respectivamente. Citó unas recomendaciones para detectar billetes falsos: palpar con la yema de los dedos el papel; en las unidades originales se puede sentir el relieve de los personajes y de la leyenda “Banco de México”. También se puede identificar fácilmente la banda o confeti iridiscente.
Los originales cuentan con un “hilo” de seguridad de sencilla identificación. Si hay duda de la veracidad de un billete, se debe acudir a cualquier institución bancaria. Ante el crecimiento de este ilícito, que se castiga hasta con 12 años de prisión, la Asociación de Bancos de México (ABM) inició una campaña en las sucursales para explicar el procedimiento en caso de que se detecte una pieza apócrifa. Incluso, Banxico obligó a los intermediarios a colocar carteles alusivos, en los que se detalla el proceso que el cajero debe seguir tras detectarse un papel pirata.
La ABM aclaró que, al identificar un billete falso, el empleado debe retenerlo, pero no podrá marcarlo, destruirlo o perforarlo. A cambio de la pieza, el cajero tiene la obligación de entregar un recibo al usuario.
Cada unidad en billete o moneda que se detenga debe ser enviada a Banxico para su análisis; si ésta resulta auténtica, la institución debe reembolsar al cliente el importe, previa entrega de recibo, pero si es falsa no podrá recuperar el numerario.
Fuente:
De acuerdo con información del Banco de México, por cada millón de piezas en circulación se detectaron 364 billetes apócrifos de mil pesos.
En el caso de los de 500, éstos también mostraron un alza de 28% al contabilizarse 90 piezas pirata por cada millón. En 2006, la cifra llegó a 70, y en 2005 se retiraron 43.
Sin embargo, en las bajas denominaciones se observó una reducción. En los billetes de 50 pesos la caída fue superior a 50%, con 122 unidades frente a 215 que se detectaron en 2006. Y los que reportaron el menor índice fueron los de 20 pesos, al sumar sólo 0.6 por cada millón.
Banxico puntualizó que los de 100 y 200 pesos también dejaron de ser atractivos para el hampa y observaron una caída respecto a 2006. En estas denominaciones se contabilizaron 77 y 78 piezas por millón, respectivamente. Citó unas recomendaciones para detectar billetes falsos: palpar con la yema de los dedos el papel; en las unidades originales se puede sentir el relieve de los personajes y de la leyenda “Banco de México”. También se puede identificar fácilmente la banda o confeti iridiscente.
Los originales cuentan con un “hilo” de seguridad de sencilla identificación. Si hay duda de la veracidad de un billete, se debe acudir a cualquier institución bancaria. Ante el crecimiento de este ilícito, que se castiga hasta con 12 años de prisión, la Asociación de Bancos de México (ABM) inició una campaña en las sucursales para explicar el procedimiento en caso de que se detecte una pieza apócrifa. Incluso, Banxico obligó a los intermediarios a colocar carteles alusivos, en los que se detalla el proceso que el cajero debe seguir tras detectarse un papel pirata.
La ABM aclaró que, al identificar un billete falso, el empleado debe retenerlo, pero no podrá marcarlo, destruirlo o perforarlo. A cambio de la pieza, el cajero tiene la obligación de entregar un recibo al usuario.
Cada unidad en billete o moneda que se detenga debe ser enviada a Banxico para su análisis; si ésta resulta auténtica, la institución debe reembolsar al cliente el importe, previa entrega de recibo, pero si es falsa no podrá recuperar el numerario.
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