HISTORIA DE LA PESETA DE ESPAÑA

Fue la unidad monetaria de España por decreto-ley de 19 de octubre de 1868. hasta que en el 2002 fue sustituida por el euro.

En América y Catalunya empezó a denominarse peseta (peso pequeño), desde principios del s. XVIII, al real de a dos de plata, por ser divisor del peso fuerte. Las primeras piezas emitidas con el nombre peseta aparecieron en Barcelona en 1808, y sus tipos, así como la disposición de las leyendas, siguen la pauta de las monedas francesas del Consulado y del Primer Imperio, hasta el punto de que los tratadistas galos, las incluyen en sus propios repertorios. Junto con la peseta se acuñaron piezas de 2 y medio y de 5 pesetas (real de a ocho), viniendo a ser el precedente del sistema de 1868. Esta nomenclatura barcelonesa fue imitado por Girona y Lleida (1809) en duros con busto de Fernando VII, a pesar de que se hallaban en el bando contrario. Barcelona acuñó 20 pesetas en oro (doblón), con iguales tipos que la plata.
En el reinado de Fernando VII se abandonó esta nomenclatura, pero en 1823, durante el período constitucional, Mallorca labró piezas de 5 pesetas. Barcelona volvió a labrar pesetas en 1836 y 1837 con motivo de la I guerra carlista, sorprendiendo la ausencia del busto real y su gran parecido con las piezas de 1808. Del pretendiente Carlos V se conoce el ensayo, en plomo, de una peseta de 1838, acuñada en Berga (Barcelona).
Tras el destronamiento de Isabel II, en 1868, el Gobierno Provisional instauró un sistema monetario que seguía las directrices de la Unión Monetaria Latina, de base decimal, con la peseta de 5 g como unidad. De 1868 a 1905 tuvo lugar el máximo florecimiento de este valor monetario, conociéndose pesetas con variados retratos de Alfonso XII y de Alfonso XIII. La última peseta de plata fue acuñada durante la II República (1933-34). Desde un principio se hicieron múltiplos de 2 y 5 pesetas de 10 y 25 gramos y divisores de 0,50 y 0,20 céntimos de peseta, todos en plata con iguales tipos que la unidad. Desde Amadeo I las piezas de plata tienen el busto del rey.
A partir de 1936 la peseta continúa como unidad monetaria, pero sus ejemplares son de metales viles y por tanto caen fuera del sistema de 1868. En 1937 se hicieron emisiones del Gobierno de la República, Consejo de Asturias y León, Consejo de Santander-Palencia-Burgos, Gobierno de Euzkadi; de carácter local, Menorca e Ibi. Sin fecha labraron pesetas Ametlla del Vallés, Arenys de Mar, Nules etc. En enero de 1939 las pesetas de plata fueron retiradas de la circulación y sustituidas por monedas de níquel, y durante un tiempo se emitieron con una aleación de plata y aluminio. Desde 1944 el Gobierno del general Franco emite pesetas sin busto y con él en 1947, 1953 y 1966, siendo numerosas las fechas de acuñación, según consta en las estrellas, modalidad iniciada bajo Isabel II. Desde 1957 hay cuproníqueles con valor de 50, 25 y 5 pesetas, en plata con ley de 800 milésimas, 19 g de peso y 34 mm de diámetro
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