Expoliadores, saquean 12.000 monedas antiguas

Monedas romanas y andalusíes, ánforas, útiles del neolítico, capiteles, hachas de piedra y de metal, broches antiguos... En total, 10.000 piezas arqueológicas y 12.000 monedas de distintas épocas. El botín con el que se había hecho la red de expoliadores de yacimientos desarticulada esta semana era enorme.



Hasta tres furgonetas hicieron falta para llevarse todas las piezas procedentes de sólo uno de los 24 registros practicados. Y la salida a tanta mercancía ilícita la encontraron los 20 detenidos por esta trama en las subastas digitales. "Internet se ha convertido en el punto de encuentro predilecto entre los expoliadores y sus compradores", sostuvo ayer el Cuerpo Nacional de Policía. Las pujas en la red ofrecen "sensación de impunidad" y "dificultades" para identificar a los "compradores y vendedores al estar ubicadas las páginas web en el extranjero".



Los investigadores de esta operación policial, denominada Pitufo, resolvieron el entramado y detuvieron a una veintena de personas en Andalucía, la Comunidad Valenciana y Aragón. Uno de los presuntos implicados es el concejal socialista Luis Castro, responsable de Urbanismo del Ayuntamiento de Castro del Río (Córdoba). El edil dejó el miércoles su cargo tras ser interrogado por la Policía.

Los centros neurálgicos de esta red de expoliadores estaban en Valencia y en Córdoba. La red solía saquear yacimientos próximos a Medina Zahara y Castro del Río (Córdoba); Aldea de los Ríos, en Guarromán (Jaén); Bilbilis (Calatayud); y Bañeres, Calles y Xatiba (Comunidad Valenciana).

En Córdoba han sido detenidas a nueve personas y es de donde proceden la mayoría de las piezas. En concreto, de la "campiña cordobesa", una zona "rica en yacimientos", según la Policía. En el último año, se han interpuesto 15 denuncias en esta zona por daños al patrimonio arqueológico. En casi todos los casos se cazó a los expoliadores con los detectores de metales en las manos.

Los agentes han requisado ocho detectores, un visor nocturno y un escáner, entre otros aperos para desarrollar esta actividad ilícita. Además, han encontrado certificados de autenticidad, cuatro mapas de localización y material informático con documentación sobre yacimientos. Uno de los hallazgos que más ha sorprendido a los agentes es una guía de cómo actuar en caso de ser denunciado por expolio.

Además de enriquecerse, los expoliadores dañaban los yacimientos. Cuando descubrían una pieza, picaban en la tierra sin miramiento y sin el menor cuidado, lo que ha ocasionado daños a un número incalculable de piezas. Esta conducta representa un importante obstáculo para el análisis científico de las estructuras, realizado por arqueólogos.

Gracias a la documentación intervenida, los investigadores han podido comprobar como en algunas páginas web se ofertaban piezas de arte con supuestos "certificados de autenticidad" en los que no se detallaba la procedencia la mercancía.

Además de por Internet, también se vendían los objetos a través de algunos comercios, como los registrados en Jaén. Los agentes también se han incautado 72 armas de fuego y 5.000 cartuchos de distinto calibre.
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